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HOMBRE AMAZONICO

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Pando, Nicolas Suarez, Bolivia
NACIDO EN EL DPTO MAS AMAZONICO DE BOLIVIA , PANDO... MI DESEO PRESERVAR LA AMAZONIA MEDIANTE EL EXTRACTIVISMO, ACTIVIDAD ECONOMICA QUE MANTIENE Y CUIDA ESTE ECOSISTEMA TAN BELLO Y AL MISMO TIEMPO TAN FRAGIL

lunes, 15 de junio de 2009

Hace algunos días el Foro Humanitario Internacional (GHI por sus siglas en inglés) dio a conocer en Londres un informe sobre los efectos que el cambio climático global tiene sobre la vida cotidiana de gran parte de la humanidad. Destaca el hecho de que quienes más lo sufren son quienes menos tienen que ver con las causas que lo producen. Y viceversa.

Entre los datos más elocuentes que se citan en el informe, se destaca el relativo a la cantidad de muertes que está ocasionando ya el cambio climático a través de hambrunas, enfermedades y desastres naturales. Se calcula que las alteraciones ecológicas son causa directa o indirecta de 315 mil muertes. Según algunas previsiones, al ritmo actual de deterioro ambiental, dentro de 10 años será el 10 por ciento de la población terrestre la que enfrentará grandes dificultades para sobrevivir.

Tan impactantes como los fríos números son los rasgos cualitativos de los sectores más afectados, así como de los que con más facilidad eluden los efectos negativos del cambio climático. Es que la relación entre el grado de responsabilidad en el deterioro medioambiental y el padecimiento de sus consecuencias es inversamente proporcional. Es decir, quienes más contaminan son los menos afectados, y quienes más armoniosamente viven con la naturaleza, sus principales víctimas.

Según los datos del informe que comentamos, eso se refleja en el hecho de que Un Informe del Foro Humanitario Internacional (GHI los 50 países más pobres del mundo sólo han generado el 1% de las emisiones de dióxido de carbono, principal determinante del deterioro atmosférico. Se trata de regiones que soportan los daños de las inundaciones o sequías, de la elevación del nivel del mar o del avance del proceso de desertificación, entre otras calamidades.

Exactamente la misma injusta distribución de responsabilidades y perjuicios se reproduce a escala de cada país. Quienes menos se benefician con los resultados de la sobreexplotación del medio ambiente son quienes más directamente sufren las consecuencias de la deforestación, la contaminación de las aguas y las alteraciones que sufre el ciclo agrícola a raíz de los cambios en el régimen de lluvias.

Como no es difícil imaginar, tal estado de cosas lleva consigo el germen de gravísimos problemas económicos, sociales y políticos, que tarde o temprano dejarán su estado latente para manifestarse con todo su potencial explosivo.

martes, 2 de junio de 2009